viernes, 14 de diciembre de 2007

Bali

Un resquicio de esperanza escéptica. ¿Llegaremos a algún lado? La incapacidad -¿incapacidad? ¿o falta de voluntad?- de evitar catástrofes, aun anunciadas, ha quedado patente con dolorosa frecuencia. Los objetivos políticos son a corto plazo, los desastres de largo desarrollo quedarán para el siguiente. ¿Y qué importa lo que ocurra cuando uno ya no esté? Conmigo se acaba la Historia.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

¿Y tú?
Desgarrada, desesperada, en yiddish, se oye a lo lejos
a una mujer a quien han abierto el vientre
ante sus propios ojos y grita.
Y se oye un gemido en árabe, de nuevo una mujer
cuya casa. O cuyo hijo. Su voz es cortante, terrorífica. Y tú
afilas un lápiz o pegas la cubierta rasgada de un libro. Al menos
estremécete.
Amos Oz, El mismo mar
Estoy dormida. Ayer me acosté tarde y se me inundó la casa a las tres de la mañana. Literal. la alfombra no volaba pero sí flotaba.
Compendio mis días aunque se me funden. Violeta, Sei Shonagon, Oz, mar, música, gritos. Una mirada triste de agua en una carátula. Lampedusa. El juicio de una bruja. La ignorancia.
Me agradó el libro de la almohada, con sus listas, a veces parecidas a las mías. Y eso que no me gusta reducir las cosas, encorsetarlas en cajitas o en papeles. Pero tampoco quiero olvidar, aunque lo principal es conseguir ver lo que de un vistazo no veo. Y a veces lo consigo, generalmente tiempo después.
Esta semana ha vuelto a ratos la niebla gris, que presiona el pecho y ahoga un poco, aunque no aprieta. Y también la tentación de tender las manos para asegurarme de que no había desaparecido la gente entre ella y sólo quedara yo, y de meter un mensaje en una botella. Pero es así, tampoco me debe de disgustar tanto cuando no me pasa por las mientes siquiera encender el faro. Prefiero destrozar una partida de billar con el capitán y el resto de la tripulación (sí, seguían ahí) de este barco que tampoco acabamos de encallar -habrá de que llevarlo a puerto o devolverlo al punto de inicio antes de seis meses, no empiecen a dejar de contar con nosotros en el mundo exterior; luego volverems, eso sí-. Horror, divago...