jueves, 25 de diciembre de 2008

A todos los que pasen por aquí, blogueros en particular:
Que tengáis una muy feliz Navidad y Año Nuevo, y que el 2009 os regale nuevas ilusiones, sueños y alegrías de que hacernos partícipes en vuestras bitácoras.

sábado, 6 de diciembre de 2008

No tendría que estar aquí a estas horas, debería estar durmiendo ya: mañana tengo temas que devorar que requieren concentración y lucidez, no ojeras ni resaca de noche de ataque melancólico. Confesaré una vergüenza y es que he empleado las dos últimas horas en mordisquearme uñas y labios con una insípida película romanticona de esquema y conclusión prefabricados y repetidos hasta la saciedad. Ni puñetera idea de por qué, pero hoy me hacía falta eso. Y si alguien preguntase mañana lo negaría, pero lo he disfrutado, aunque la protagonista fuera una Barbie plasticosa y recauchutada. Qué se le va a hacer.

Las últimas semanas me he reconcentrado en mis cosas y espero reconcentrarme aún más en las siguientes, pero supongo que a estas alturas no puedo prescindir del gris de forma definitiva. He leído que un bloguero echa el cierre temporalmente, sé que otro se muda y cambia de vida y me da que los echaré en falta, afecto más o menos cibernético. Alguno de los que se fue, en cambio, volverá en breve y alguna amiga distanciada se ha acordado de llamar. Supongo que todo fluye, vamos y venimos, regresos, reencuentros, redespedidas, y todo seguirá bien.

Yo también cierro por hoy, ayer ya, día de cansancio, reflexiones, melancolía y finalmente sensiblería. He dado una vuelta completa y estoy en el punto de inicio pero con la seguridad de quien se sabe el camino, aunque mañana se borre o lo olvide. Ahora eso me da igual, sólo estoy cansada y aunque asumo que, como alguien dijo alguna vez, puede que nunca deje de caminar, hago un alto en el camino y desconecto; desconecto de todo e incluso de mí, porque hoy siento que puedo.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Lionel Neykov

Me encanta. Echo de menos al calvo de la lotería, pero este año han encontrado la magia en otro lado.



http://www.myspace.com/lionelneykov

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Txoria txori, Mikel Laboa

Una de las más bellas canciones en euskera. Varias veces estuvo a punto de aparecer en el blog, pero lo postpuse a la espera de un texto o momento adecuado.

Es una canción triste, te encoje aunque no prestes atención a la letra. Su intérprete murió el lunes.

"Si le hubiera cortado las alas

habría sido mío,

no habría escapado.

Si le hubiera cortado las alas

habría sido mío,

no habría escapado.

Pero así...

habría dejado de ser pájaro.

Pero así...

habría dejado de ser pájaro.

Y yo...

lo que amaba era el pajaro."

Otra versión preciosa, aunque la primera me resulta más conmovedora:


viernes, 7 de noviembre de 2008

Etéreo equilibrio

Unas veces porque el peso de las piedras te rompe los bolsillos y te lastima los tobillos, otras veces porque en el camino no hay una sola piedra que recoger y te lleva el viento. O se da que en un instante sientes que mueres de sed en medio de un desierto y al punto te encuentras con el agua al cuello, creyente o no, boqueando angustiado hacia el cielo. Pleamar y bajamar, kilómetros de distancia de un punto a otro. El equilibrio... ¿En el punto medio, la Virtud? El punto medio... Siempre lo asocié a un funámbulo sobre un cable. Y yo tengo vértigo.
Sin embargo, Melpómene cierra los ojos y a veces lo encuentra. Mírala, descalza baila sola en la cocina en un rincón del mundo, aun sin saberlo, exactamente en el punto medio.

Autorretrato, Gerardo Diego

Porque me ha gustado especialmente.

Todo lo que llevo dentro
está ahí fuera.
Se ha hecho -fiel a sí mismo-
mi evidencia.
Mis pensamientos son montes,
mares, selvas,
bloques de sal cegadora,
flores lentas.
El sol realiza mis sueños,
me los crea
y el viento pintor, errante,
-luz, tormenta-
pule y barniza mis óleos,
mis poemas,
y el crepúsculo y la luna
los avientan.

Podéis tocar con las manos
mi conciencia.
Gozar podéis con los ojos
-negro y sepia-
los colores y las tintas
de mis penas.
Y eso que os roza el labio,
bruma o seda,
es mi amor -flores o pájaros
que revuelan-
mis amores, criaturas
libres, sueltas.

Todo lo que fuera duerme,
queda o pasa,
todo lo que huele o sabe,
toca o canta,
conmigo dentro se ha hecho
viva entraña,
víscera oscura y distinta,
sueño y alma.
Si pudierais traspasarme
os pasmarais.
Todo está aquí, aquí dormido.
Dibujada
llevo en mi sangre y mi cuerpo
cuerpo y sangre de mi patria.
Luces y luces de cielo,
cosas santas.
Todo lo que está aquí dentro
fuera estaba.
Todo lo que estaba ahí fuera
dentro calca.
El universo infinito
me enmaraña;
auscultadme, soy su cárcel
sin ventanas.

Escuchadme, dentro, fuera,
donde os plazca.
Mis más íntimos secretos
por el aire los pregonan
y los cantan.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Pasará

Fauces abiertas, relucen los colmillos en una noche más que oscura, negra. Afrodita tiene miedo y yo no soy consuelo. Intento sujetarla pero no ve que que estoy tras ella porque tiene la vista perdida en el agujero. Si pudiera darle la mano sabría que estoy aquí y que aquí seguiré estando, llueva o truene, y yo me haría fuerte sabiendo que sabe que la quiero. Pero no me ve y no sé bien si la sujeto o se me resbalará en el último momento de entre los dedos.
Yo en cambio la veo con nitidez y nítido veo su miedo y lo sumo al mío; también veo el agujero que se agranda y se oscurece, yendo, si cabe, más allá del negro. Y me pregunto si vendrá alguien a sujetarnos a ambas cuando se me entumezcan los miembros y no me vuelvo para mirar sólo porque sé que aún no es el momento. Ahora sólo cabe arraigarse y volverse piedra, esperar que no caiga, esperar que tome consciencia de que no es de cristal y no se quebrará y también, después, de que la roca la necesita y la necesitará, entera y cuerda.
La hiena histriónica se merece una patada en los dientes y eso será lo que reciba si se acerca. Hoy se la doy yo, mañana... Quizá ella.
Pasará.


viernes, 31 de octubre de 2008

Una nueva amiga

A veces siento que no siento y me percibo embruteciada, vegetal, parada, fuera del tiempo y la realidad, pero queriendo entrar. Y de pronto en medio del gris encuentro algo que me emociona profundamente, me conmueve hasta la raíz y me hace temblar las rodilllas. Puede ser algo triste o algo alegre, pero en cualquier caso encuentra el resorte apropiado para hacer saltar la piedra en pedazos y volver las cosas del revés. Un libro entre cientos, una canción o película, un lugar, un momento. O una persona.
Hay personas con las que me es imposible comunicarme, conversaciones banales, de ascensor, argumentos huecos, sí estoy de acuerdo, qué asco de tiempo, así es la vida. Y de repente de la nada aparece el contraste, con quien no hace falta hablar porque está en la misma frecuencia y percibe de forma similar. Percibe los mismos matices, las cuerdas de guitarra, las alas de mariposa, las rosas, los dragones y las telarañas. Y te mira y sabe. Entonces el mundo de lo absatracto tiene una existencia más real, ya no es sólo mío, tiene sentido y hay menos miedo.

sábado, 25 de octubre de 2008

Por el mar de los sueños navega un espectro libre, y se lanza y se sumerge y danza y salpica. Hoy es andaluza y engancha una rosa en el pelo, los labios rojos, la ropa escasa, es toda picardía, sin trabas ni inquietudes. No sabe ni necesita saber. Duerme y vive y late. Se topa elefantes de grana de largas patas que se diluyen en firmamento donde relucen y titilan. El alma es transparente, cuerdas de guitarra que un gitano de dedos firmes palpa, tensa y tañe. Vibra, grita; lo mismo se retuerce en lamentos que gorjea desbordante alegría. Lo mismo muere de amor, que estalla de ira. Siente y flota, nada entre jazmines. El viento azota, siempre el viento salvaje que viene del mar; la galerna aliada de las sirenas que pierde a los marinos, hunde galeras y pare leyendas. No hay pasado, solo eternidad. Juega con los piratas, taconea como nunca de mesa en mesa, provoca, se retrae, ríe, vuela con alas inventadas, retozando en rayos de luna.
Y cuando acaba la noche y prevé el despertar, visita aquella baranda y se para sola y mira al mar verde, mancha informe tras el velo que la ciega. Nostalgia quieta, calla, piensa... Cierra los ojos, niega con la cabeza, murmura palabras sin sentido. Enloquece y retoma el vuelo, sin escobas, bruja nocturna y peligrosa, sin destino, se pierde en el infinito y desaparece.
Quizá busque su estela alguien en otro lugar, con mapas falsos y catalejos rotos; quizá busque en el mismo mar verde, aunque lo vea negro, en el firmamento de elefantes luminosos, aunque las polillas los tapen, entre los jazmines marchitos, quizá busque y no encuentre.

viernes, 24 de octubre de 2008

Señora de rojo y gris


Últimamente estoy un poco quejicosa, lo sé, pero he asumido que este espacio gris puede tener a función de consolador mental, y como mis inquietudes y problemas actuales son de cabeza, voy a apurar los remedios a mi alcance.
Cuando me siento un poco triste o un poco perdida y estoy sola -lo que ahora se da con frecuencia, aunque eso es otra cuestión- opto por meterme en una biblioteca, o mejor, en una librería. Mejor porque soy un tanto fetichista y me encanta comprar libros o cuadernos que tocar, abrir, leer, mirar, y conservar. Ayer estuve pululando entre poemas, ilustraciones, clásicos y novedades. Al final me sentí conservadora y me hice con una antología de poesía de Quevedo y un libro de relatos de Murakami en inglés. Sin riesgos. Y me enamoré también. Me enamoré de unas imágenes rojas, románticas, con un halo misterioso, firmadas por Rebecca Dautremer, una ilustradora infantil. Me las topé en formato calendario, y si no fuese por la batalla que tengo contra el paso del tiempo se habrían venido conmigo a casa -de hecho quizá acaben viniendo después de todo-, pero pertenecen a una edición infantil de Cyrano ambientada en el Japón medieval. Curiosa coincidencia porque si de algún personaje de ficción he llegado a enamorarme ése ha sido sin duda Cyrano, al que siempre he asociado al rojo y a las rosas -por alguna razón tiendo a hacer asociaciones de ese tipo: personajes, colores, sensaciones, objetos-. Ni siquiera me ha extrañado que me lo desubiquen hasta el punto de hacerlo japonés medieval. Tengo que hacerme con ese libro. Como una niña.
Por lo demás, sumergida en ese espíritu romántico, pintada de rojo y un poco en las nubes me encontré con un chico amable con ganas de conversación, que buscaba una mujer "cuya sonrisa le iluminase un día" -Dios mío, disimula el escepticismo- Me pregunta a qué me dedico, le pregunto qué le inquieta. ¿Inquietar...? Qué te preocupa, qué te interesa, qué te gusta. No sabría qué decirte, risa nerviosa. Del rojo al gris. No es culpa suya, yo estaba en la nube y por la calle o en el metro no se puede ir así, vuelve, que no se note, sé amable, desea suerte, vete. Oh no, ya ha cambiado el curso de mis reflexiones. No sé qué entienden algunos por amor, de veras, a veces parece que una chica se confunda con un peluche con el que ponerse blandito y del que basta que sea tierno e ingenuo. Y esa terrible confusión entre sensibilidad y sensiblería, prendiendo un alma garabateada de la camisa... Estoy siendo perversa, saco conclusiones de intuiciones, las generalizo y aplasto al hombrecillo tierno; sólo es frustración, supongo.
A estas alturas esa frustración está en los pies, la he ido empujando hacia allá abajo y es tan sólo un hormigueo tenue, he preferido volver al rojo, a Cyrano y sus rosas, a su conversación y sus lances, a su nueva sensibilidad japonesa. Luego lo abandonaré por los grises apuntes y quizá en algún momento posterior vuelva a invitarle a acompañarme a una salita pequeña de cine, o a una butaca elevada y aislada en el teatro. Ya tengo plan para los próximos días.

jueves, 16 de octubre de 2008

Esto es mi fuga de hoy. Porque hoy me apetece horrores fugarme, no está muy claro de dónde ni en qué dirección... Mañana me traen alas y un poco de oxígeno.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Más telarañas

Llevo ya unas semanas perdiéndome y encontrándome para volver a perderme. Tanteo junto a mí y algo falta, siento el agujero pero no sé qué había antes ahí, si lo hubo. Y en el momento de dar el salto hacia el sueño, caigo por un instante en el vacío y sé, pero olvido, o bien vuelvo de golpe a la vigilia aterrada por algo que nunca acabo de ver. Un de acertijo cuya respuesta no alcanzo a adivinar...

sábado, 4 de octubre de 2008

Melpómene retoma sus paseos después de tanto tiempo. Sale y se acerca al precipicio. No se siente muy paciente en este momento, tiene una urgencia incómoda de la que desconoce el origen y que, alojada en el pecho, la oprime un poco y la enfada. Demasiada ansiedad para sentarse a observar el vuelo de las mariposas. Acelera el paso; anda aprisa, la cabeza baja, el ceño fruncido. Y tiene frío, la túnica se le pega al cuerpo, el viento le enreda el pelo, le escuecen los ojos y no puede abrirlos bien. Se enfada aún más pero no da la vuelta, no retrocede ni se detiene, prefiere volver acelerar, casi corre ya. La cuchilla de afeitar sigue oscilando allá lejos, debatiéndose entre dejarse caer o no, con la misma indecisión que otrora la hipnotizase. Termina por alcanzarla la inquieta Melpómene, que sin haberlo planeado ha encontrado la meta de su carrera, y se detiene y la observa recordando... Durante poco tiempo. El justo para decidir privarla de opciones, y sin dudas ni contemplaciones, con el pulso firme y toda la serenidad que un segundo antes le faltara, la arroja al vacío, buscando la tragedia que la haga sentirse viva aunque sea para dolerse, viva y desgarrada, abierta de nuevo la palpitante y sangrante herida. Revolotea la cuchilla, gira como una hélice, corta el aire -que no sangra y no muere- y topa al fin con el gran dragón rojo, viejo, cansado, paciente y apagado... Melpómene no llega a conocer el desenlace, teme haber cercenado las alas a aquel fósil viviente, teme haber sajado las suyas propias, su esperanza de volver a volar algún día con ello. Pero la punzada llega antes de lo esperado y no quiere saber, renuncia a la herida palpitante, vuelve la espalda al precipicio, se tapa los oídos y corre, dando la espalda al viento, que la empuja lejos esta vez.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Sorpresas del BOE

Qué nombres más curiosos pueden llegar a tener los pueblos. Hoy encuentro referencias a Barlovento y Puntagorda. Adecuados para la ficción. El segundo me suena casi obsceno.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Quiero burbujas de jabón plagadas de destellos antes de dormir. Quiero olor de hierba recién cortada mezclado con el de algas que precede a la galerna, la brisa en la cara, las polillas bajo una bombilla abandonada, charcos que reflejen la luna y se conviertan en un universo. Quiero suavidad, tacto firme, susurros graves, vibraciones en el aire. Quiero evasión y seguridad. En el momento de los pálpitos, en la hora negra de los monstruos, calma y fantasía. ¿Alguien me recomienda alguna lectura?

lunes, 22 de septiembre de 2008

Pequeña serenata nocturna

Tanto tiempo encerradas tras las puertas que no sabemos ya si estamos dentro o si estamos fuera. Ahí pasamos la noche batallando con un girasol gigante, y exhausta te apoyas ahora en la jamba de ellas, desgreñada y medio desvestida, aunque no te percataste de ello en el fragor de la batalla. Recuperas el aliento y poco a poco la razón. Quizá despiertas. Yo aún ando enajenada, o dormida, puede. Luchábamos contra lo mismo o quizá soñábamos que luchábamos contra lo mismo. Ahora el monstruo yace, inerte, sólo es algo ligeramente atípico por su tamaño y nadie se pregunta siquiera cómo llegó ahí, debe de ser normal. Puede, incluso, que cuando aquella puerta se abra del todo y la luz inunde el rellano se encoja o desaparezca. Puede que en un rato todo se desvanezca, quizá también nosotras. Dime, ¿estamos dentro? ¿O estamos fuera? ¿Qué hay tras las puertas?, ¿libertad o encierro?, ¿vigilia o sueño? Dime, ¿paseábamos sonámbulas en busca de otra puerta? ¿O nos liberamos de la clausura por esta noche para luchar contra lo que nos ahogaba? Dime, ¿dónde acabaremos cuando amanezca? ¿Seguiremos aquí o apareceremos en cualquier otro lugar, quizá tras otras puertas?

viernes, 12 de septiembre de 2008

La Invitación

No me interesa saber a qué te dedicas.
Quiero saber qué es lo que añoras y si te atreves a soñar
o alcanzar lo que tu corazón ansía.

No me interesa saber qué edad tienes
Quiero saber si te arriesgarás a parecer un loco por amor,
por tus sueños, por la aventura de estar vivo.
No me interesa saber qué planetas están cuadrando tu luna.
Quiero saber si has tocado el centro de tu propia pena,
Si has estado abierto a las traiciones de la vida
o te has vuelto marchito y cerrado por miedo a más dolor.

Quiero saber si te puedes sentar con dolor, tuyo o mío,
sin moverte para esconderlo, diluirlo o arreglarlo.
Quiero saber si puedes estar con alegría, tuya o mía,
y si puedes danzar libremente y dejar que el éxtasis te llene
hasta las puntas de los dedos de tus manos y de los pies,
sin advertirnos de ser cuidadosos, ser realistas
o acordar las limitaciones de ser humano.

No me interesa si la historia que me estás contando es verdad,
quiero saber si puedes desilusionar a otros por ser sincero contigo mismo,
si puedes resistir la acusación de traición y no traicionar a tu propia alma.
Quiero saber si puedes ser fiel y por lo tanto confiable.

Quiero saber si puedes ver belleza hasta en los días feos,
y si puedes nutrir tu vida desde la presencia de Dios.

Quiero saber si puedes vivir con fallas, tuyas y mías,
y todavía pararte en la orilla del lago y gritar a la luna llena plateada… ¡Si!

No me interesa saber dónde vives, ni cuánto dinero tienes.
Quiero saber si te puedes parar después de una noche de pena y desesperación,
Débil y moreteado hasta los huesos, y hacer lo que necesita estar hecho para los niños.
No me interesa saber quien eres, ni porqué estás aquí.

Quiero saber si te puedes parar en el centro del fuego conmigo sin encogerte.
No me interesa dónde, qué, o con quién has estudiado,
Quiero saber si te sostienes desde adentro cuando todo se cae a tu alrededor.

Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo
Y si verdaderamente disfrutas la compañía que mantienes
En tus momentos de soledad.


Kahlil Gibran

Vía Afrodita

Me ha gustado, aunque quizá sea mucho pedir a una sola persona. O al menos pedírselo en todo momento.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Como es cierto que el vídeo de los chieftains va lentísimo y no quiero que se lo pierdan, les pongo fragmentos de otros conciertos que van un poco mejor, al menos en mi ordenador. No sé qué pasa con ellos, pero muchos de sus vídeos van mal, me los están boicoteando XD














El 3 también me va un poco lento, pero es que es muy bonita. No he encontrado la cuarta parte, si la localizo o la ponen luego, ya la añadiré. Estos vídeos no sé de qué concierto son; el último es del de la Expo de Zaragoza, que fue el día anterior a que se pasasen por Getxo. Por alguna razón los de la Expo también se atascan bastante.
Por cierto que el entusiasmo que despertaron aquí no lo he visto en otros conciertos... creo que nunca. Increíble, con lo frío que es este público y no se movió un alma del sitio hasta que se les arrancó un segundo bis.
Que los disfruten :P

domingo, 7 de septiembre de 2008

Contrastes de fin de semana

Pequeña serenata nocturna, de Dorothea Tanning. Es el eco de un sábado surrealista. Aún se oye. Me guardo la reverberación para más adelante.
Unas horas antes los ecos eran otros.

domingo, 31 de agosto de 2008

La vida es sueño

Se va otro amigo. A Dublín. Por tiempo indefinido, a la aventura.
Y en los despertares empiezo a tener vértigo de nuevo. Madrid, París, ahora Dublín, pronto Barcelona. Dispersión.
Mis pocos afectos, mis dispersos afectos.
Y como el blog, yo también me vuelvo sensiblera, cosa que detesto, pero indudablemente padezco. Quizá el problema en realidad sea que no me siento firme sobre el suelo que piso y me marea que me quiten las barandas.

Afrodita me ha traído un proyecto que me ha hecho sonreír. En cierto modo es utópico, porque el tiempo nos traerá lo que no esperamos y queda por ver cómo lidiaremos con ello, pero bello.
Hace un tiempo soñé con un piso abuhardilado, con plantas en cada ventana -dentro y fuera-, asientos con cojines y libros junto a ellas, un retriever, una amiga y una bicicleta junto a la puerta. Pequeño pero cálido e iluminado. Acogedor.
Afrodita me lo ha localizado en la judería de Gerona, entre callejuelas y no muy lejos de mis calas verdes. Su juzgado, no muy lejos de mi Registro. La Universidad, a un paso.
A veces se me agotan los sueños, se me va la energía, las emociones me asaltan y no veo lo que hay por delante, ni siquiera lo puedo imaginar. Y así no se pueden sacar empresas adelante. Agradezco que de vez en cuando me den un toque alentador, aunque sea un espejismo; me agradó el sueño, me agrada la utopía, me alegra que haya quien proyecte el futuro conmigo en él.
Y cuando lo alcancemos quizá vuelvan los que se fueron o vayamos a buscarlos, e indudablemente habrá nuevas caras y nuevas sensaciones; nuevos viajes, libros, aprendizajes. Mi perro se comerá sus plantas. Nos reuniremos por las tardes a compartir palabras y por las noches a escuchar ritmos. Y no nos comeremos tanto la cabeza con qué debemos y qué no debemos hacer. Ni con qué debemos o no sentir, si es oportuno o deja de serlo, si saldremos escaldadas de ello. Porque estamos cerradas a casi todo, nos queda abrirnos a casi todo. Espero que juntas.

Quizá... Porque la vida es perra a veces. Pero tengo borradas las líneas de la mano y puedo escribir sobre ella con casi entera libertad. Y ahora yo también prefiero soñar.

lunes, 4 de agosto de 2008

Se me está volviendo sensiblero el blog. Y demasiado personal. Pero sirve de escape a la frustración disfrazada y escondida y a la angustia que iverna este verano agazapada tras alguna víscera que a veces muerde en sueños. El verano me hace anhelar ciertas cosas y tomar consciencia de otras. Subraya algunas sensaciones, narcotiza otras. Siento más; podría dedicar días a sentir y, aunque parezca contradictorio, creo que eso me equilibraría el raciocinio. Sería como darle vacaciones. En unos días tal vez lo haga.

jueves, 31 de julio de 2008

My soul is painted like the wings of butterflies...

Pasan los años... Y sigue conmoviéndome igual

lunes, 28 de julio de 2008

Me ha gustado hablar con ella como antaño. Pensé que nunca se repetiría. Me alegro de haber ido ganando paciencia, aunque todavía no sea mucha. Alguna de mis facetas necesitaba esto.
El paseo, la conversación tranquila, el entendimiento, la temperatura, el rumor del oleaje, la ausencia de gente, la luz tenue.
Yo soy más escéptica que antes, ella también, de otra manera.
Yo protejo mis romanticismos, mis idealismos y mis, quizá, infantilismos; ella lo sabe, pero no incide en ello, deja que espere a mi propia experiencia.
Tengo la sensación de que algo ha fallado y estaba decepcionada aunque diga que ya está curada de espanto.
Y creo que le ha gustado volver a lo de entonces tanto como a mí aunque ahora haya cosas muy diferentes.
Sigo aprendiendo. Sigo descubriendo cosas. Entre otras, el que no soy una sola ni necesito una sola cosa. Y que no todo se va.
Me alegra hoy no ser tan voluble.

domingo, 20 de julio de 2008

Se oye un poco mal ¡pero qué bien se oía allí!!! ¡Y qué buen directo tiene este hombre!! Nos dió ocasión de saltar y aplaudir como locos entre el gentío, quieto en su mayor parte -esto no lo entiendo, ni aunque se esforzaran...¡si los pies se movían sólos!-

Por un momento ansié poder irme a Irlanda, a una de esas tabernas de pueblo en que todos participan. Me han dicho que existen y quiero creerlo.

Me gustó especialmente la violinista. Un conciertazo también el suyo. Enormemente simpática, sonrisa perenne, se fotografió con todos nosotros uno por uno.

Está casi olvidado el gesto al firmar el autógrafo. Cuando lo reciba su destinatario y vea su cara probablemente se lo perdone del todo al pequeño gran gaitero.

Estuvo bien, muy bien.

(Aclaro que el vídeo no es mío; lo he tomado prestado)

jueves, 3 de julio de 2008

Hoy me siento cansada. Cansada y serena. Los ojos se me cierran, pero hay cierta claridad extraña en mi cabeza.
Pienso en el fin de semana. Dudo. Sé qué sensación quiero para él, pero no logro acertar con la vía. Quizá simplemente me sumerja de nuevo y me deje llevar. Quiero volver a acabar exhausta. Exhausta y rebosante y tranquila.
Hace un par de semanas empecé a dudar si estoy haciendo algunas cosas bien. Y no llegué a una conclusión definitiva sino a una puerta lateral. No hay verdades absolutas, pero mi cabeza suele acabar por convencerme, cuando es razonable y, en mayor medida, cuando no lo es. Ahora ni ella misma sabe lo que está siendo, si cabal o elusiva.
Seguimos igual ella y yo. Seguimos soñando despiertas. No quiero oír que mi mundo no existe. Mi mundo lo hago yo. Cuando puedo. Hasta que encuentre la llave de otra puerta.
Veremos.

martes, 1 de julio de 2008

Volvimos a perdernos en el mar.
Más sosegadas esta vez. Un desierto de calma.
Protegidas de la brisa feroz por los acantilados. Las olas rompen con fuerza.
La furia de los elementos.
¿Furia? No percibo furia. Hay movimiento. Energía. Pero nosotras estamos tranquilas. Ella duerme mientras nosotras corremos.
No hay nadie más aunque el viento nos envuelve impregnado de olor a porro.
Quizá de ahí provenga la sensación de calma.
Creo que en algún punto me he licuado, no sé dónde ni cuándo, y desde entonces fluyo recorriendo días y semanas, sin parar, sin poder sujetarme a nada, deslizándome suave o tumultuosamente, salpicando a veces.
También creo que la mayor parte del tiempo he sido un riachuelo de verano, un torrente de verano en algún momento, pero en todo caso una voz cantarina, un ente transparente, danzante, fresco aunque no helado.
Y sin embargo está ahí. En el fondo. Deslizándose conmigo. Siempre. Es una sombra tenue y rápida. Tanto que cualquiera no la advierte. La dualidad que me acompaña, pero que asusta. La Dama del Lago, la lamia, la sirena de Ulises. Está en el fondo, escondida en la oscuridad de las pupilas, encerrada donde la luz no alcanza. Y nadie la ve aunque yo la sienta. Y tampoco deseo que se vaya, sólo, a veces, liberarla un poco, conocerla, entenderla. Quién sino yo. Nadie más sabe que existe siquiera.

viernes, 30 de mayo de 2008

El fantástico mundo del Derecho de los Snorkels

Yo creo que éramos muy canijas cuando daban esto... Pero no recuerdo los gánguiles y fletes de esta serie con claridad XD

miércoles, 21 de mayo de 2008

Iba a escribir una invectiva contra la ineptitud cuando encima va unida a la desfachatez -de poca paciencia se me dotó para sufrir una y otra-, pero ya no. Osea, que tenía un cabreo de tres pares, pero ya no. Carácter gaseosa. Pero yo esto lo arreglo. Palabrita.

miércoles, 30 de abril de 2008

Me gusta tener todo controlado. Me da miedo que se me hunda el suelo bajo los pies, por eso prefiero andar por el terreno que conozco, firme o arenoso, pero sólido, aunque parezca raro en una musa habitante de una caja de cristal, aún idealista, soñadora, inexperta y en una aterradora medida, todavía muy ingenua. Y es que no parezco lo que soy, o para ser exactos ni siquiera sé bien qué es lo que soy. Suma de contradicciones, ¿cómo escapo a la locura?
Y todo esto porque hoy he sentido una punzada de miedo al ver arietes junto a mi torre, mi bastión, mis cimientos, mi punto de equilibrio... Es un temor abstracto, poco sensato, poco sano; quizá sea hora de madurar y avanzar por el cable sin miedo, sin mirar abajo ni perder el equilibrio, pero con la frente alta y despejada, libre de dependecias de redes que puedan tornarse en tela de araña.

domingo, 27 de abril de 2008

Un día de verano en abril

Mi mar frío. Un verano más. Aun con los perros en la playa; no importa, no molestan hoy: son la excusa para reírnos un poco de las fobias. Somos maliciosas... a veces. Hoy estamos radiantes, las tres. Volvemos a los quince un rato: nos los trae la brisa, el sol, el olor a mar. Jugamos, nos rebozamos en crema y arena, nos tapamos con la toalla al caer el sol, rebujadillas, mientras se nos escapan las confidencias, en susurros o a gritos, sonrojos, caídas entre carcajadas, alguien me hace cosquillas en la espalda, a alguien le acaricio los cabellos, besos en la frente, más risas. El agua está fría, demasiado para este bicho de verano de tendencias mediterráneas, pero la arena se desliza entre los dedos y bajo las plantas desnudas y se eriza la piel... Al fin y al cabo no ha pasado tanto, a pesar de ese par de canas, no ha pasado tanto. Hombres. Los reinventamos también . Pero no somos perversas, ahora mismo somos sólo unas chiquillas.
Cuando dejamos la playa nos percatamos de que hace rato que nos quedamos solas: hasta los perros se fueron sin que los viésemos.

viernes, 25 de abril de 2008

Y, sí, hoy la concentración no llega. Es de esos días en que todo palpita y sólo siento, alejada de la realidad, transformando los estímulos externos, atenuándolos, como si estuviese sumergida, profundamente sumergida, en un estanque gigantesco. Hoy sólo siento. Estoy fuera del tiempo, tomo consciencia de mí, de mi cuerpo, me escucho respirar y vuelo un poco. Y quiero intensamente a mis escasos afectos. Y me duelo de que algunos estén lejos. Soy capaz de todo, pero eso tampoco importa ahora mismo. Por un momento sí he sentido qué es lo que realmente importa, y todo estaba bien, yo estaba bien, mejor que bien: era la calma perfecta y plena. Se empieza a borrar esa sensación, poco a poco se desdibuja, como al despertar de un sueño: no queremos, soñamos algo importante y no queremos olvidarlo, pero sabemos que se acabará borrando. Aunque quizá vuelva. Esta vez vino escondida entre las hojas de un libro y los pétalos de una rosa, los toqué con los dedos y me envolvió entera.

La creciente


Al amanecer crece el río, retumban en el alba los enormes troncos que vienen del páramo.
Sobre el lomo de las pardas aguas bajan naranjas maduras, terneros con la boca bestialmente abierta, techos pajizos, loros que chillan sacudidos bruscamente por los remolinos.
Me levanto y bajo hasta el puente. Recostado en la baranda de metal rojizo, miro pasar el desfile abigarrado. Espero un milagro que nunca viene.
Tras el agua de repente enriquecida con dones fecundísimos se va mi memoria.
Transito los lugares frecuentados por los adoradores del cedro balsámico, recorro perfumes, casas abandonadas, hoteles visitados en la infancia, sucias estaciones de ferrocarril, salas de espera.
Todo llega a la tierra caliente empujado por las aguas del río que sigue creciendo: la alegría de los carboneros, el humo de los alambiques, la canción de las tierras altas, la niebla que exorna los caminos, el vaho que despiden los bueyes, la plena, rosada y prometedora ubre de las vacas.
Voces angustiadas comentan el paso de cadáveres, monturas, animales con la angustia
pegada en los ojos.
Los murciélagos que habitan la Cueva del Duende huyen lanzando agudos gritos y van a colgarse a las ramas de los guamos o a prenderse de los troncos de los cámbulos. Los espanta la presencia ineluctable y pasmosa del hediondo barro que inunda su morada.
Sin dejar de gritar, solicitan la noche en actitud hierática.
El rumor del agua se apodera del corazón y lo tumba contra el viento. Torna la niñez...
¡Oh juventud pesada como un manto!
La espesa humareda de los años perdidos esconde un puñado de cenizas miserables.
La frescura del viento que anuncia la tarde, pasa velozmente por encima de nosotros y deja su huella opulenta en los árboles de la «cuchilla».
Llega la noche y el río sigue gimiendo al paso arrollador de su innúmera carga.
El olor a tierra maltratada se apodera de todos los rincones de la casa y las maderas
crujen blandamente.
De cuando en cuando, un árbol gigantesco que viajara toda la noche, anuncia su paso al golpear sonoramente contra las piedras.
Hace calor y las sábanas se pegan al cuerpo. Con el sueño a cuestas, tomo de nuevo el camino hacia lo inesperado en compañía de la creciente que remueve para mí los más escondidos frutos de la tierra.
Álvaro Mutis

domingo, 20 de abril de 2008

Chamisso

Parecido al pan

A veces, sin razón a la vista, algunas frases dejan eco, resonando todavía cuando el contexto ya se ha ido. Parecido al pan. No sólo resuena, cobra volumen, tiene textura. Sin razón a la vista, sigue ahí.
Cuando la besó, tuvo la sensación de que aquél era su beso cotidiano, parecido al pan, necesario sin necesidad de que produjera entusiasmo. Al más pequeño descuido, podía convertirse en un acto tan maquinal como el hecho de marcar la tarjeta en la oficina.
Pere Calders (La Ruleta Rusa)

viernes, 18 de abril de 2008

Cumpliendo que es gerundio

He retrasado imperdonablemente el agradecimiento a Arda por el premio que tan generosamente me ha otorgado. Generosa y un poco ciegamente, lo cual me agrada más que otra cosa: puesto que claramente mi bitácora no se lo merece, ella ha debido de considerar que yo sí. Me gusta saber que hay gente detrás de los blogs. Si no fuese por eso no habría pasado de la segunda entrada y sólo por eso me resulta impensable suprimir este espacio.

Este premio implica dos obligaciones -morales que no jurídicas, aclaro-: agradecerlo remitiendo al correspondiente post del blog otorgante y entregar y notificar al menos otros siete a otros tantos blogueros. Dispensados de la primera, resultan premiados:



Crapúscula por A Propósito



Bito por Ecce Homo






McClellan por Farandwell



Gonzalo por Pues anda que yo



Ratonov por Podría ser peor



Yein indistintamente por Quehacer o Ex Loro



Por acompañar y entretener con sus textos y comentarios y para promover una nueva entrada por parte de los dos últimos, que tienen sus blogs más muertos que el mío, y eso ya es mucho. Y que los demás integrantes de la columnita de la derecha se den también por premiados por iguales motivos, aunque creo que ya cuentan con tan ostentoso brillante.






domingo, 6 de abril de 2008

Se me ha pegado horrorosamente la cancioncita...

La próxima fiesta después de tu examen, Afro, solete, con la toga ya puesta.

viernes, 15 de febrero de 2008

Bueno, qué. Dije que me iba, pero a veces me siento gris de nuevo y tengo miedo y me veo sola y daría cualquier cosa por certezas. Y luego amanece y asiento de nuevo los pies en el suelo y vuelvo a ser fuerte, trepo montañas, me encaro con gigantes. Las dos últimas noches fueron raras, de nostalgias, de dudas, sobre todo de miedos. De vez en cuando me pierdo. Y luego me topo con una pequeña cosa que me lleva al reencuentro.
El otro día encontré una entrada que me sonaba familiar. Releí notas y encontré una pesadilla de hace meses: alguien cegaba a un hombre sordo y de pronto me metía en su cabeza y tomaba consciencia de que estaba emparedada en un cuerpo sin posibilidades de comunicarse con el exterior, solo por siempre. Y me angustié terriblemente. Alguien se topó el otro día a ese hombre por la calle, pero parece que era más valiente de lo que mi imaginación podía abarcar.
Hoy he encontrado a Libertad encontrándose en un nuevo espacio y esa cosa pequeña me ha agradado. Hoy soñaré con nubes-esponja.

domingo, 13 de enero de 2008

Epílogo. Para que el guante se lo tropiece más gente.

Los seres sin derechos: los opositores
JOSE MARÍA CAMPOS CALVO SOTELO- Registrador de la propiedad
EN un mundo de plena protección a los derechos humanos, existen seres que, puntual, transitoria, o definitivamente carecen de ellos: los menores ante el acoso -directo o indirecto- de algunos medios de comunicación; las meretrices; ciertos concebidos y no nacidos; determinados inmigrantes, y, después de un posiblemente largo etcétera, los opositores.
Me referiré a la oposición que por experiencia conozco, la de Registrador de la Propiedad, aunque lo que diga sea aplicable a la mayoría de ellas, en particular, las de carácter jurídico. Y sirva este artículo, al mismo tiempo, de homenaje y reconocimiento, a aquéllos que por diversas circunstancias no consiguieron el fin pretendido, ya que, si no en el resultado, sí en el esfuerzo, todos hemos sido iguales.
Al terminar la carrera de Derecho, se tienen los cimientos básicos de una formación científica sobre los que cada uno ha de construir su pleno carácter de jurista, sea por el ejercicio de la profesión, a través de cursos especializados, o por medio de las oposiciones.
La vida del opositor es muy sencilla: 8 horas (mínimo) de estudio diario, un día (normalmente) de clase a la semana, un día de descanso; y nada más. Es como el cansino y monótono bogar de los galeotes, con la diferencia de poder librarse del remo en una exposición de 60 minutos un día determinado de un año ignorado. Mientras tanto, uno es lo que los antiguos denominaban «a-prosopos» (no persona).
El opositor tiene el deber de estudiar, que ha asumido voluntariamente, pero ahí empieza y termina su estatus jurídico. La preparación de la oposición es total y absolutamente teórica, con un memorismo excesivo, que puede marcar definitivamente el intelecto. La memoria es un auxiliar de la inteligencia, y si se la convierte en protagonista, puede limitar u oscurecer a ésta. Y de ahí, que personas de gran capacidad intelectual no hayan obtenido el éxito que se merecían por su aptitud, por tener una dicción o retentiva defectuosa (parafraseando el conocido dicho «no sé, ahora mismo, si son todos los que están, pero sí que no están todos los que son»).
Y esto sea señalado, con todo el respeto a los preparadores, cuyo esfuerzo es impagable y que, en definitiva, siguen las pautas que a ellos les marcaron y siguen marcando los examinadores.
Al llegar el momento crucial del examen, es cuando esa ausencia de protección es más ostensible (La referencia en la legislación a posibilidad de impugnación administrativa o judicial no tiene prácticamente utilidad). Citaré, a modo de ejemplo estos casos: Durante bastante tiempo, el texto escrito sobre el que estudiaban los opositores se encontraba abierto ante cada uno de los miembros del tribunal, con la presión añadida para aquéllos de saber que cualquier error u omisión que tuvieran iba a ser captado inmediatamente por la mesa examinadora, lo cual podía producir una especie de afasia momentánea, con la consiguiente retirada del alumno. En otras ocasiones el tribunal ha alterado, sin previo aviso, el número de convocados de un día para otro, con claro perjuicio para éstos, y en especial, para los que viviesen fuera del lugar de celebración de las oposiciones, con vulneración del principio de un mínimo respeto al examinando, ya que es el tribunal el que tiene que estar al servicio del opositor y no el opositor al servicio del tribunal. Pero el supuesto más sangrante lo constituyó la determinación de un Decano del Colegio que, en plenas oposiciones, acordó el cierre de las academias, so pretexto de «ordenes superiores» para acabar con el pretendido absentismo de los Registradores, sintetizándolo en los preparadores, en la decisión más irresponsable y desacertada que jamás se haya dado en la historia del Cuerpo.
Ante este estado de cosas, los alumnos, por razones obvias, no pueden hacer nada; los padres de los alumnos y los preparadores temen que los intentos que realicen perjudiquen a éstos; y el Colegio, el gran responsable, vive su sempiterno sueño de indolencia e inacción. Y ya que me he referido a los padres de los opositores, he de señalar que la preparación de la oposición afecta a toda la familia: Durante 7 años aproximadamente (esta es la media actual), los familiares del opositor han de ayudar, animar, y, ¿por qué no?, soportar a una persona que vive una situación estresante (tiene que memorizar unas 7.000 páginas), muy incómoda (no tiene ingresos propios a una edad clave), y con un final incierto.
Y no sólo eso, sino que la oposición exige gastos (libros, preparación, desplazamientos, etcétera...), que han de sufragarse por las familias sin que exista ni colegial, ni pública, ni privadamente una política de becas minimamente aceptable.
En este punto de la implicación familiar, citaré la inevitable anécdota de la que fuí sujeto activo. Al examinarme por primera vez, todo el elenco familiar y su entorno puso 1 vela (bueno 1 no, unas 30) a Santa Gema. La santa italiana debía tener informes erróneos sobre un posible pasado mío depravado, y de 8 temas que llevaba «en blanco», claro, cayó uno. En la siguiente convocatoria ya iba preparado y las velas se las puse a San Fulgencio de Ruspe, santo, por desconocido, ansioso de otorgar favores. La estrategia funciono, y aprobé. ¡El tráfico de influencias llega a las alturas!)
Y no quiero quedarme en un mero planteamiento de queja, sino que, tratando de dar soluciones, creo que pudieran tenerse en cuenta las siguiente ideas: 1º Grabar los exámenes (el tribunal, a veces, no tiene certeza de lo que, puntualmente, ha dicho o dejado de decir el alumno). 2º Fijar, de antemano, al inicio de la oposición, el día del examen para cada alumno, con una oscilación razonable (no más de una semana), según el número que le haya correspondido en el sorteo. 3º Regular la indisposición transitoria del alumno (personalmente una simple afonía pudo dejarme fuera de la oposición) de cara a un posible aplazamiento. 4º Preparar los libros de texto adecuados para que los opositores puedan estudiar por ellos, desterrando los temas «prefabricados» que, salvo excepciones, constituyen la mejor vía de deformación jurídica del opositor. 5º Designar una persona u órgano que defienda a los opositores, durante la celebración de los exámenes, en casos como los dicho y otros análogos, sin merma de la independencia y soberanía de tribunal, cuya imparcialidad ha sido y es proverbial. 6º Disminuir la radicalización memorística de la oposición, tanto en la preparación como en el examen, poniendo el punto de mira en la enseñanza del alumno para aplicar las normas jurídicas relacionándolas entre sí; es decir, yendo a lo que se denomina interpretación sistemática, frente a la puramente literal, que acabaría convirtiéndoles en ordenadores humanos, con posible sustitución por estos. 7º Un ponderado y justo sistema de becas. 8º Y sobre todo, y ante todo, establecer una normativa sobre la preparación de los opositores (sea en academias o individual), de modo que quienes no lleguen a superarlas obtengan, cumplidos los requisitos que se señalen, un título oficial de estudios a modo de máster o con valor académico equivalente.
Finalmente, que nadie vea en estas líneas un ataque al sistema de oposiciones, sino todo lo contrario: Se trata de perfeccionarlo para hacerlo más justo y eficaz, no de destruirlo. Cualquier medio alternativo que se utilizase para formar a los futuros Profesionales Oficiales, estaría expuesto a un subjetivismo (valga el eufemismo) preocupante, y resultaría contrario a la preparación individual de cada alumno, básica y esencial en el sistema actual, tan consolidado a lo largo del tiempo.
El guante (no de reto, sino de denuncia) está echado. Que lo recoja quien deba
.

domingo, 6 de enero de 2008

Pause

Voy a dejar un tiempo en suspenso esto; no es que lo tenga muy actualizado últimamente, pero creo que voy a pasar a no actualizarlo en absoluto. Al menos un tiempo.
El porqué no es nada racional, como no lo fue empezarlo: me sirvió de desahogo y ahora me ahoga un poco ese gris plomizo con que lo creé. Empiezo el año con examen en el horizonte en este 2008, lejos pero por fin visible, con muchos cambios y miedos distintos de los viejos y mis propósitos de nuevo año van a requerir mucha mucha mucha energía, que ahora no tengo, y mucho mucho mucho tiempo, que me haría sentir culpable si volviese a dedicarme a divagar o lamer heridas.
Os voy a seguir leyendo, os voy a seguir comentando -me gusta saber que hay gente por ahí-y si en algún momento lo necesito volveré a colgar el cartel de abierto -solo suspendo, no cierro-.
Feliz Año y un abrazo muy grande.