Esta serie no creo que la haya visto nunca, pero los ganguiles, ah, eso es otra cosa... junto con las dragas y los pontones es una de mis palabras favoritas dentro del Código de Comercio (si hablamos del derecho en general, sin duda mi preferida son los "propágulos" de las plantas protegidas severamente por el Código Penal). Es una lástima, sin embargo, que incluso tocando temas como el abordaje (uno se imagina en seguida a los piratas) el derecho marítimo sea taaaaaaaaaaaaaaaaan aburrido...
Nena, tenías razón, eran gángiles... no veas lo que me ha costado corregir la disfunción al cantar la definición del buque...
Yo tenía la colección de cromos de los Snorkels, eran de cartón, no eran autoadhesivos y tenías que pegarlos con la barra de pegamento. La dejé a falta de 4, pero recuerdo el primero, porque era la imagen del galeón, de noche, en tonos azules y negros...
Ainssss.... ¿por qué me acordaré yo de estas cosas tan bien, pero no de la lista de las competencias del Comite de Empresa...?
Me voy a dormir, que la hidroc... está haciendo mella en mí y mañana será un jarnada muuuuuuuuuy larga.
Pues mira que esto parecía el oráculo porque mi mano-negra sacó un temita de marítimo... en fin, mejor no pensar en ello, aunque sea poco este verano ya podremos sacar las escamas en la playa.
Son susurros al pie del precipicio para no hablar sola y que el eco no me devuelva a la realidad y lo haga ridículo. Mis disculpas por adelantado a quien pasee por el cañón.
Las piquetas de los gallos cavan buscando la aurora, cuando por el monte oscuro baja Soledad Montoya. Cobre amarillo, su carne, huele a caballo y a sombra. Yunques ahumados sus pechos, gimen canciones redondas. Soledad, ¿por quién preguntas sin compaña y a estas horas? Pregunte por quien pregunte, dime: ¿a ti qué se te importa? Vengo a buscar lo que busco, mi alegría y mi persona. Soledad de mis pesares, caballo que se desboca, al fin encuentra la mar y se lo tragan las olas. No me recuerdes el mar, que la pena negra, brota en las sierras de aceituna bajo el rumor de las hojas. ¡Soledad, qué pena tienes! ¡Qué pena tan lastimosa! Lloras zumo de limón agrio de espera y de boca. ¡Qué pena tan grande! Corro mi casa como una loca, mis dos trenzas por el suelo, de la cocina a la alcoba. ¡Qué pena! Me estoy poniendo de azabache, carne y ropa. ¡Ay mis camisas de hilo! ¡Ay mis muslos de amapola! Soledad: lava tu cuerpo con agua de las alondras, y deja tu corazón en paz, Soledad Montoya.
Por abajo canta el río: volante de cielo y hojas. Con flores de calabaza, la nueva luz se corona. ¡Oh pena de los gitanos! Pena limpia y siempre sola. ¡Oh pena de cauce oculto y madrugada remota!
6 comentarios:
Esta serie no creo que la haya visto nunca, pero los ganguiles, ah, eso es otra cosa... junto con las dragas y los pontones es una de mis palabras favoritas dentro del Código de Comercio (si hablamos del derecho en general, sin duda mi preferida son los "propágulos" de las plantas protegidas severamente por el Código Penal). Es una lástima, sin embargo, que incluso tocando temas como el abordaje (uno se imagina en seguida a los piratas) el derecho marítimo sea taaaaaaaaaaaaaaaaan aburrido...
yupi, mis amigos del fondo del mar!!! No veas cuantas comilonas no shemos hecho juntos jajajaja ;D
besikos!
Nena, tenías razón, eran gángiles... no veas lo que me ha costado corregir la disfunción al cantar la definición del buque...
Yo tenía la colección de cromos de los Snorkels, eran de cartón, no eran autoadhesivos y tenías que pegarlos con la barra de pegamento. La dejé a falta de 4, pero recuerdo el primero, porque era la imagen del galeón, de noche, en tonos azules y negros...
Ainssss.... ¿por qué me acordaré yo de estas cosas tan bien, pero no de la lista de las competencias del Comite de Empresa...?
Me voy a dormir, que la hidroc... está haciendo mella en mí y mañana será un jarnada muuuuuuuuuy larga.
Besos
Perdón, gánguiles....
ahora sí me voy (que vergüenza...)
Pues mira que esto parecía el oráculo porque mi mano-negra sacó un temita de marítimo... en fin, mejor no pensar en ello, aunque sea poco este verano ya podremos sacar las escamas en la playa.
nada como orzogüei...
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