Pequeña serenata nocturna, de DorotheaTanning. Es el eco de un sábado surrealista. Aún se oye. Me guardo la reverberación para más adelante. Unas horas antes los ecos eran otros.
Jo, yo la del Exorcista no la he visto... ¿Qué tipo de cochinadas??? Deje, me hago una idea XD La vitalidad me va bien, cuando decae se suele enterar, que vengo aquí y les deprimo... Un besote a los dos!!!
No lo he anulado. Iba lentísimo y tenía la esperanza de que fuese ocasional o cosa de mi ordenador, pero va a ser problema del vídeo. He añadido más, no son estupendos pero a mí me van mejor. Les voy a convertir en adictos sí o sí. Y ya si los oyen tocando con Núñez se me caen de espaldas ;P
Negaré -negaremos- haber dicho "vámonos a 'dablin'" evadiéndonos mentalmente por tabernas irlandesas y olor a turba mientras las danzas macabras nos llenaban de entusiasmo en ese gélido público de Barakaldo. Me parece que ya empieza la cuenta atrás para sacar el moquero. Snifff.
Siento no haber estado el viernes con vosotros.
Me restituyo a los libracos antes de que me monten una rebelión.
Son susurros al pie del precipicio para no hablar sola y que el eco no me devuelva a la realidad y lo haga ridículo. Mis disculpas por adelantado a quien pasee por el cañón.
Las piquetas de los gallos cavan buscando la aurora, cuando por el monte oscuro baja Soledad Montoya. Cobre amarillo, su carne, huele a caballo y a sombra. Yunques ahumados sus pechos, gimen canciones redondas. Soledad, ¿por quién preguntas sin compaña y a estas horas? Pregunte por quien pregunte, dime: ¿a ti qué se te importa? Vengo a buscar lo que busco, mi alegría y mi persona. Soledad de mis pesares, caballo que se desboca, al fin encuentra la mar y se lo tragan las olas. No me recuerdes el mar, que la pena negra, brota en las sierras de aceituna bajo el rumor de las hojas. ¡Soledad, qué pena tienes! ¡Qué pena tan lastimosa! Lloras zumo de limón agrio de espera y de boca. ¡Qué pena tan grande! Corro mi casa como una loca, mis dos trenzas por el suelo, de la cocina a la alcoba. ¡Qué pena! Me estoy poniendo de azabache, carne y ropa. ¡Ay mis camisas de hilo! ¡Ay mis muslos de amapola! Soledad: lava tu cuerpo con agua de las alondras, y deja tu corazón en paz, Soledad Montoya.
Por abajo canta el río: volante de cielo y hojas. Con flores de calabaza, la nueva luz se corona. ¡Oh pena de los gitanos! Pena limpia y siempre sola. ¡Oh pena de cauce oculto y madrugada remota!
6 comentarios:
Espectaculares las serenatas. besos.
mientras esos ecos no le digan cochinadas a lo exorcista y le tengan esa vitalidad de lo celta vamos bien.
Jo, yo la del Exorcista no la he visto... ¿Qué tipo de cochinadas??? Deje, me hago una idea XD
La vitalidad me va bien, cuando decae se suele enterar, que vengo aquí y les deprimo...
Un besote a los dos!!!
Pues a mí no me funciona el vídeo ¿ya ha anulado el link?
No lo he anulado. Iba lentísimo y tenía la esperanza de que fuese ocasional o cosa de mi ordenador, pero va a ser problema del vídeo.
He añadido más, no son estupendos pero a mí me van mejor.
Les voy a convertir en adictos sí o sí. Y ya si los oyen tocando con Núñez se me caen de espaldas ;P
Ahhhh nuñezzzzzzzz!!!!
Negaré -negaremos- haber dicho "vámonos a 'dablin'" evadiéndonos mentalmente por tabernas irlandesas y olor a turba mientras las danzas macabras nos llenaban de entusiasmo en ese gélido público de Barakaldo. Me parece que ya empieza la cuenta atrás para sacar el moquero. Snifff.
Siento no haber estado el viernes con vosotros.
Me restituyo a los libracos antes de que me monten una rebelión.
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