Vaya, resulta que el universal "sustitutivo de" nos estimula más que aquello a que sustituye. En fin, creo que en el fondo ya lo intuía. Aquí el articulillo a modo de anécdota.
lo significante es que mientras derriten el chocolate en la lengua, no se habla del mismo procedimiento en el beso. Con lo cual es un experimento sesgado y no es fiable.
Vaaaya Oracle, no me sea aguafiestas, con lo contenta que me había quedado yo (aunque sí, tiene Ud un punto de razón, también es cierto que hay besos que apetecen menos que la sopa a Mafalda... Tendrían que haber matizado eso) De momento me quedo con el chocolate; besos y bombones para uds dos
Siempre que puedas no sustituyas un beso por el chocolate. En la vida, tal vez, haya momentos en los que no quede más remedio y entonces será muy tarde.
Hombre, Asfoso, eso tampoco, que yo ahora bromeo con mi vida de funámbula -guardando el equilibrio para no caer llevándome encima a alguien por delante-, pero discrepo de eso de que hay un tarde para besos... Hale, un beso grandote
Son susurros al pie del precipicio para no hablar sola y que el eco no me devuelva a la realidad y lo haga ridículo. Mis disculpas por adelantado a quien pasee por el cañón.
Las piquetas de los gallos cavan buscando la aurora, cuando por el monte oscuro baja Soledad Montoya. Cobre amarillo, su carne, huele a caballo y a sombra. Yunques ahumados sus pechos, gimen canciones redondas. Soledad, ¿por quién preguntas sin compaña y a estas horas? Pregunte por quien pregunte, dime: ¿a ti qué se te importa? Vengo a buscar lo que busco, mi alegría y mi persona. Soledad de mis pesares, caballo que se desboca, al fin encuentra la mar y se lo tragan las olas. No me recuerdes el mar, que la pena negra, brota en las sierras de aceituna bajo el rumor de las hojas. ¡Soledad, qué pena tienes! ¡Qué pena tan lastimosa! Lloras zumo de limón agrio de espera y de boca. ¡Qué pena tan grande! Corro mi casa como una loca, mis dos trenzas por el suelo, de la cocina a la alcoba. ¡Qué pena! Me estoy poniendo de azabache, carne y ropa. ¡Ay mis camisas de hilo! ¡Ay mis muslos de amapola! Soledad: lava tu cuerpo con agua de las alondras, y deja tu corazón en paz, Soledad Montoya.
Por abajo canta el río: volante de cielo y hojas. Con flores de calabaza, la nueva luz se corona. ¡Oh pena de los gitanos! Pena limpia y siempre sola. ¡Oh pena de cauce oculto y madrugada remota!
9 comentarios:
Yo no he tenido nunca ninguna duda al respecto... jajaja. El chocolate es sustituto digno de casi cualquier cosa :-p
lo significante es que mientras derriten el chocolate en la lengua, no se habla del mismo procedimiento en el beso.
Con lo cual es un experimento sesgado y no es fiable.
Vaaaya Oracle, no me sea aguafiestas, con lo contenta que me había quedado yo (aunque sí, tiene Ud un punto de razón, también es cierto que hay besos que apetecen menos que la sopa a Mafalda... Tendrían que haber matizado eso)
De momento me quedo con el chocolate; besos y bombones para uds dos
Siempre que puedas no sustituyas un beso por el chocolate. En la vida, tal vez, haya momentos en los que no quede más remedio y entonces será muy tarde.
Hombre, Asfoso, eso tampoco, que yo ahora bromeo con mi vida de funámbula -guardando el equilibrio para no caer llevándome encima a alguien por delante-, pero discrepo de eso de que hay un tarde para besos... Hale, un beso grandote
Es todo mentira! Todo! Hombre por favor... hagamos memoria, ¿Cuando ha conseguido una honza de chocolate lo que consiguen algunos besos? Nunca! Nunca!
Aun así me voy ahora mismo al armario de la cocina que mis padres fueron ayer al Lidl...
Jajaja, un besito Yein
jajaja...no digo yo que no saben que escriben. Qué vá. Son los besos los que más nos estimulan, y en primavera, más todavía.
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