miércoles, 12 de diciembre de 2007

Estoy dormida. Ayer me acosté tarde y se me inundó la casa a las tres de la mañana. Literal. la alfombra no volaba pero sí flotaba.
Compendio mis días aunque se me funden. Violeta, Sei Shonagon, Oz, mar, música, gritos. Una mirada triste de agua en una carátula. Lampedusa. El juicio de una bruja. La ignorancia.
Me agradó el libro de la almohada, con sus listas, a veces parecidas a las mías. Y eso que no me gusta reducir las cosas, encorsetarlas en cajitas o en papeles. Pero tampoco quiero olvidar, aunque lo principal es conseguir ver lo que de un vistazo no veo. Y a veces lo consigo, generalmente tiempo después.
Esta semana ha vuelto a ratos la niebla gris, que presiona el pecho y ahoga un poco, aunque no aprieta. Y también la tentación de tender las manos para asegurarme de que no había desaparecido la gente entre ella y sólo quedara yo, y de meter un mensaje en una botella. Pero es así, tampoco me debe de disgustar tanto cuando no me pasa por las mientes siquiera encender el faro. Prefiero destrozar una partida de billar con el capitán y el resto de la tripulación (sí, seguían ahí) de este barco que tampoco acabamos de encallar -habrá de que llevarlo a puerto o devolverlo al punto de inicio antes de seis meses, no empiecen a dejar de contar con nosotros en el mundo exterior; luego volverems, eso sí-. Horror, divago...

3 comentarios:

ORACLE dijo...

creo entender que la garantía está en el año...
pero no me haga caso porque a mi la tostadora que regía mi destino ni me la arreglaron siquiera.

ORACLE dijo...

por cierto me puede proporcionar un mail para hacerle llegar las novedades de la campaña que estamos lanznndo desde MM?

arda dijo...

La niebla puede sentar bien: te ofrece un ambiente para estar contigo misma, envuelta de gotas de agua minúsculas que flotan en el aire, hidrata suavemente con un manto entre melancólico y mágico...

Y después, cuando levanta y aparecen los rayos de sol, mmmm, que bien sienta ese calorcito en el rostro, no crees?

besos