jueves, 23 de agosto de 2007

No, no me gusta. Y eso me mata. Mañana empiezo a cambiarlo. Quiero dejar de oír silencios, porque los lleno de voces, gritos o susurros. Quiero abrir ventanas y reducir espacios, para poder caldearlos yo sola y no perderme siguiendo ecos. Quiero luz, calor, vibraciones. Quiero rojos. Tendré que esforzarme por entusiasmarme en vez de entusiasmarme para esforzarme y escribirme en la palma de la mano mi localización, al menos aproximada, para cuando se me olvide que, de cuando en cuando, me encuentro.


5 comentarios:

Luis López dijo...

Si te encuentras que sea en rojo y fondo gris.
Besitos.

Bambu dijo...

Yo también me perdí y quise ir a buscarme pero sólo conseguí cansarme por el camino, ahora prefiero esperar a volver sola.

arda dijo...

Y cuando llega ese momento en el que te encuentras, qué placer reconocerse de nuevo

Melpómene dijo...

Es un placer reencontrarse, una mierda perderse de nuevo (¿y no se suponía que te sabías el camino? ¿o es que va y viene?).
Y es un placer reencontraros, besos a los tres.

yein dijo...

me ha encantado tu elección y tu lección, aprender y aprender para seguir viviendo!