Chiquitina, cómo te agobias; menos mal que lo hacemos por turnos y no rodamos juntas cuesta abajo hechas una pelota de brazos y piernas y neuronas un punto más despendoladas que cansadas y desquiciadas. Ahora rueda una y la otra la frena un poco. Espera, que me agazapo y me hago piedra; no saltes por encima -no mires, pero está el precipicio, aunque tampoco temas caer: Poseidón nos lo está convirtiendo en Mediteráneo y Hermes, mientras tanto, revolotea por ahí por si tiene ocasión de rescatarte (creo que le has hechizado con tus ojazos azules y tus rizos desordenados como los de una Afrodita recién nacida)-. Bien, hoy estamos salvadas, mañana tú te paras y ruedo yo...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
ojalá pudieramos disponer de tal capacidad de seducción!!!
Y lo dice Ud., Oracle...
Suscribo las palabras de Oracle...
Esta bien poder repartirse los rodamientos, si es el mismo siempre acabas mareandote. :-p
¡Ay! mi pececillo de piel dorada que añora su mar....
Ya sabes que para mi no solo eres la piedra que detiene mi caída, sino mucho más...
Nooo, ya sé: soy la mitad del ovillo de piernas y brazos (las neuronas creo que las he ido perdiendo por el camino, esas que quedan deben de ser tuyas...). Un besazo del espectro de pez; nos llegará el tiempo de los tritones (creo que he visto saltar uno por ahí, sí, por allí resopla: es un saleroso, jajajaja)
Un beso tb xa libertad, bambú y Oracle: señores, a ustedes no les falta atractivo en absoluto ¿qué creen que me retiene aquí? Les deseo tb tiempo de tritones
Publicar un comentario