miércoles, 7 de febrero de 2007

Elisa Day

Mira bajo el agua. Ahora está apaciguada; cobró su tributo y oculta su vergüenza bajo una superficie tranquila, inocente, sin memoria ni remordimientos. Ahora brilla el sol y esa agua refleja una danza de hadas entre destellos verdes, rojos y un límpido, infinito azul. Ahora una cálida brisa agita hojas cantarinas, las ninfas sacuden sus piececillos salpicándose y corren y cantan y juegan. Belleza, música, calidez, luz, color, paz.
Mira bajo el agua.
Mira bajo el agua. Asómate.
¿Ves ahora? Ahí hace frío, abajo no llega el sol: la superficie lo refleja todo y no se deja traspasar. Oscuridad, silencio, soledad, inquietud. Intuyélo, está ahí aunque no la veas, siéntela al menos. Y ahora observa. Los reflejos son un engaño, te estaban distrayendo. Mira las rosas; ¿no habías visto sus espinas? Te habrían atravesado si te hubieses acercado. Un poco más allá falta una piedra, queda su huella. Rojo, sí, y negro...rojo sobre negro, diluyéndose poco a poco, poco a poco poco a poco.
Y ahora vete, escóndete, olvida. Nadie echa en falta nada, no fue, todos inocentes.

2 comentarios:

Crapúscula dijo...

Qué brillante comentario, joder.

Anónimo dijo...

Hola, por casualidad o lo que sea estuve por aqui, saludos....
No es Leonard Cohen, es Nick Cave, con Kylie Minogue...igual, cancion divina.