sábado, 3 de febrero de 2007

Titubeos de una cuchilla al borde de un precipicio

LLevo un rato viendo una cuchilla de afeitar oscilando al borde de este precipicio. Estoy sentada al lado de ella, las piernas colgando en el vacío, y sólo ahora me pregunto qué demonios hace aquí esta cuchilla de afeitar.
Se sujeta sobre el filo y unas veces se inclina hacia tierra firme, otras, con tendencias suicidas, hacia el vacío en que balanceo mis piernas. Empiezo a desear que se levante una pequeña brisa que decida por ella.
Si cae, ¿cómo lo hará? Según Murphy con la mantequilla hacia abajo, pero no estoy del todo convencida de que eso sea aplicable al caso. Tampoco estoy segura de que esté untada de mantequilla...
Y si hay alguien abajo... Da igual, no puede haber nadie abajo porque no hay abajo: es éste un precipicio sin fondo, la mantequilla no tendrá dónde estamparse.
¿Cortará el aire? Y el aire ¿sangrará? Si es así debería dejar de mirar porque me impresionaría demasiado, y quizá me marease y cayese yo también. Empiezo a sentir vértigo. Es hora de irse, pero ahora no puedo moverme: si me muevo caeré.
Tanta trascendencia, la de una cuchilla de afeitar al borde de un precipicio.

3 comentarios:

yein dijo...

Bienvenida al ciberespacio!!!!Muchas gracias por tus comentarios!me voy a poner roja...Escribes muy bonito, no te rindas ante los obstáculos y pide ayuda como yo he hecho alguna vez. Aquí hay gente muy maja que lleva mucho tiempo escribiendo y que seguro que saben mejor que tú y que yo solucionar los problemas informáticos que te puedan surgir.

Chao!

Melpómene dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Melpómene dijo...

Ay... te contesté el otro día y lo debí de borrar (qué desastrosa...), pero en fin muchas gracias por visitarme, por la bienvenida, por el ánimo. Nos veremos, un besito